Las circunstancias forman parte de nuestra vida, pero no la determinan. Cuando las acusamos de nuestra carencia de felicidad es que no somos capaces de entender porque no somos felices. 

Para evitarlo tenemos que amueblar nuestra mente correctamente. Es nuestra responsabilidad individual dejar de lado el uso de las circunstancias como excusas y trabajar para controlar nuestra visión de ellas. Es nuestra labor buscar la felicidad activamente. Las circunstancias siempre están ahí. 

Nadie elige la época en la que nace, el país en el que nace, ni el cuerpo en el que nace. A partir de ahí todo lo que hacemos con nuestra vida es nuestra responsabilidad individual. Responsabilidad significa libertad, somos libres de ser felices en la desgracia, y libres de estar tristes en el bienestar. Somos libres de decidir. Somos responsables de decidir.