De flor en flor.
Nuestra consciencia mantiene una lucha entre la imagen que proyectamos de nosotros mismos y lo que realmente somos.

 El enfrentamiento proyección-realidad nos genera malestar e inseguridades en cuanto no hay una correspondencia perfecta entre ambas. Es un malestar que puede llegar a ser muy incomodo y persistente, minando de manera muy intensa nuestra autoestima. 

Es por ello, imprescindible centralizar la felicidad en nosotros mismos. Hacernos independientes en términos de autoestima y trabajar de manera egoísta en nuestra felicidad sin tercerizar ninguno de sus servicios. Todos deberíamos tener como objetivo vital ser calvos felices. Donde se lee calvo podría leerse gordo feliz, delgado feliz, idiota feliz, guapo feliz, becario feliz, rico feliz porque en realidad la cualidad no importa, lo que importa es ser felices.   

Somos felices al guiarte.
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